Consulta de Diseño Editorial
Diseño Editorial
Qué es
El poder de lo visual en el mundo actual es algo completamente indiscutible. La mayor parte de la información que recibimos es a través de los ojos, y está científicamente probado que los seres humanos tienen una mayor memoria visual que auditiva. Por este motivo, cobra vital importancia la apariencia física y la imagen visual: aprendemos mejor a través de esquemas o gráficos, recordamos mejor una imagen que un texto, y nos complacen más los diseños sencillos, limpios, y ordenados.
Esta rama del diseño gráfico se encarga de la maquetación y composición de todo tipo de publicaciones: libros, revistas, periódicos, etc. El principal objetivo del diseñador profesional es crear un diseño que resulte atractivo y funcional para el lector y conseguir una armonía perfecta entre forma y contenido. De este modo, otorga una calidad estilística a la publicación y da una buena imagen de la misma al cliente.
Elementos
- Tipografía: la tipografía es un factor fundamental para la legibilidad y para conectar con lo que queremos expresar a través del texto. Por lo general, la tipografía se elige en función del tipo de publicación, su mensaje, el formato y el público al que se dirige. Es por eso que la elección de la fuente tipográfica es una decisión que puede cambiar la forma de comunicar un mensaje determinado.
- Formato: este elemento define la forma y la dimensión de los productos finales, es decir, cómo será presentado al cliente. En este caso, la forma depende del tipo de publicación (una revista transgresora puede publicarse en horizontal, mientras que un periódico es casi siempre vertical). En lo que respecta al tamaño, lo general es guiarse por la serie A, pero también hay pasos intermedios que están representados por la serie B. Así, un formato B4 estará en medio de un A3 y un A4.
- Papel: según el papel que se escoja el diseño se ajustará mejor a los colores, hará destacar los elementos gráficos y hará posible una lectura más afín al medio. De esta manera, hay que tener en cuenta su gramaje, si es mate o si tiene brillo, entre otros.
- Color: se trata de un elemento que determina la forma de percibir lo que se quiere transmitir. Por eso las gamas de colores van desde los cálidos a los fríos, y la percepción es distinta según la forma de combinarlos. Es un factor clave en publicaciones como revistas o catálogos; pero en novelas o informes se reduce a las cubiertas o algún elemento gráfico.
- Elementos gráficos: además de imágenes, un diseño editorial puede contar en ocasiones con otros elementos como infografías, mapas, ilustraciones, etc. En este caso, suelen ser de gran ayuda para apoyar una idea de forma más gráfica que únicamente con texto.
- Retícula: se trata de una de las herramientas más importantes, ya que es el elemento que aporta coherencia al diseño. La retícula es la base de todos los elementos, pues es la herramienta que estructura el contenido y engloba al resto de elementos mediante subdivisiones horizontales y verticales. Todos los productos parten de una retícula que contiene los elementos dentro de las páginas y su complejidad depende del tipo de producto que se lleve a cabo. No es lo mismo una retícula para una revista que para una novela, pues la primera requiere de un diseño más elaborado.
Equilibrio o Balance
Este primer principio básico se refiere a la posición de los elementos dentro de la composición. Como punto de partida podemos manejar dos tipos de balance:
1. Balance simétrico o formal
Todos los elementos están distribuidos simétricamente con respecto a un eje de composición. Se emplea en diseños de carácter conservador o de apariencia clásica. Su aspecto formal puede reflejar fortaleza, estabilidad o dignidad. Aunque un balance simétrico limita las posibilidades de posición de los elementos (textos, fotos y espacios) en la maquetación, esto no debe limitar tu imaginación, ya que puedes incrementar la personalidad trabajando las fuentes, las fotos, el color y el espacio blanco que envuelve a todo tu diseño.
2. Balance asimétrico o informal
Un balance informal, por el contrario, permite incrementar las posibilidades en la colocación de los elementos dentro de una composición, pues dichos elementos no tienen que estar estrictamente centrados. Se pueden emplear distintos tamaños, formas y contrastes, además de modificar su posición dentro de la maquetación.
Diseñar bajo este estilo de composición resulta menos estricto y genera un resultado más informal y relajado que el balance simétrico. Además al “jugar” con los tamaños, formas y contrastes, permite guiar al ojo intencionadamente a través de la información para llevarlo a los puntos que queremos destacar.
• Proporción o Contraste
La proporción es la relación de los objetos dentro de la composición con respecto al tamaño del documento (formato), así como respecto al tamaño, forma y color de los elementos entre sí. Lo más importante al hablar de proporción o contraste es no realizar todo al mismo tamaño. Dentro de un mensaje siempre hay elementos más importantes, otros menos, y reflejar esa importancia por medio del aumento o reducción de tamaño (de proporción), generará limpieza y ganará atención e interés en el menaje contenido dentro del documento.
• Jerarquía o Dominancia
¿Qué elemento domina en tu mensaje? ¿Sobre qué quieres llamar más la atención? Todos buen diseño tienen algo que atrae nuestra mirada, que domina y sobre lo que gira la comunicación del mensaje diseñado. Ayuda a tu lector a encontrar qué es lo más importante, lo que quieres que lea ya, lo que tiene que atraerle desde el primer vistazo. Este elemento dominante debe tener impacto, capturar rápidamente la atención e interés del lector.
Emplea los principios de proporción y contraste en algunos de los elementos de tu diseño (texto, foto o espacio) para despertar ese interés. Recuerda que también el color puede transmitir este mensaje de dominancia si genera el adecuado contraste con el color base. El elemento dominante siempre debe ir directo a los ojos del lector. Por ello, reserva suficiente espacio alrededor de él para que con ese aislamiento, sea más atractivo.
• Ritmo
Colocar los distintos elementos dentro de tu composición en direcciones contrarias permite aumentar la sensación de movimiento, agilidad y rapidez. Por ejemplo, en un texto diseñado con frases horizontales, emplea el título girado 90 grados y destácalo con un tamaño, tipo o color de letra distinto... o una foto dominante vertical con pequeñas fotos en horizontal.
Sólo debes procurar no abusar de este principio, ya que se puede crear confusión o una sensación de desorganización. Empléalo para ayudarte a destacar tu mensaje. También puedes crear ritmos con el uso alternado de color (p.ej.: blanco-negro, naranja-verde...) junto con las fotografías y el texto para destacar el orden de lectura del mensaje que se quiere trasmitir.
• Unidad
Este principio básico de composición en la comunicación visual es en definitiva lo que más ayuda a la transmisión del mensaje de cualquier diseño. La unidad es lo que da coherencia a todo lo anterior y nos indica que el diseño está bien construido: si me gusta o no me gusta.
Para cuidar la unidad del diseño, vigila los espacios en blanco del diseño en relación con los zonas “manchadas”. Debe haber una cantidad de espacio entre los distintas zonas acorde al carácter del mensaje. También se pueden traslapar textos sobre fotografías para agrupar conceptos, o utilizar marcos y líneas para integrar y unificar partes del mensaje.
Por último, te recomiendo “jugar” con el espacio en blanco de tu composición para generar atención y como aglutinador alrededor de los elementos a destacar con respecto al diseño general. Recuerda que la decisión de cuál de estos criterios debe ser aplicado a un proyecto de diseño en particular dependerá siempre del objetivo de comunicación que hayas previamente establecido, así como de las características propias del mensaje a transmitir y de las del público al que dicho mensaje está dirigido.
Sin profundizar demasiado dentro de cada categoría de tipografías, lo cierto es que podemos clasificar a las fuentes tipográficas por su morfología en 4 grandes grupos:
- Con serifa (romanas)
- Sin serifa (palo seco)
- Cursivas (manuscritas)
- Decorativas (exposición)
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